¿Por qué es malo mezclar alcohol con medicamentos? Estos son los peligros

La combinación entre bebidas alcohólicas y medicamentos puede poner en riesgo tu salud e incluso anular los efectos terapéuticos.

Seguro lo has escuchado muchísimas veces: mezclar alcohol con medicamentos es una muy muy mala idea. Y aunque, en realidad, ingerir bebidas alcohólicas no es algo que precisamente sea bueno para tu salud… ¿realmente te puede dañar si lo acompañas con un tratamiento médico? Te contamos.

De acuerdo con el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (NIH) de Estados Unidos, combinar bebidas etílicas con medicamentos puede hacerle daño a tu cuerpo debido a que ambas pueden provocarte síntomas como sueño, letargo, mareos y adormecimiento. En caso de mezclarlos, se intensifican los efectos secundarios.

Por lo tanto, puede generar que te sea imposible concentrarte y, aún en pequeñas dosis, puede ponerte en peligro si manejas, además de que puede causarte heridas y caídas, principalmente en personas adultas mayores.

Además de eso, los mayores riesgos son que te puede poner el peligro de sufrir hemorragias internas, problemas cardiacos, dificultades respiratorias, así como disminuir e incluso anular los efectos terapéuticos del medicamento, además de que puede volverlos tóxicos para tu cuerpo.

Otro riesgo, según dicha institución, consiste en que los medicamentos pueden estar compuestos por muchas sustancias y compuestos químicos que pueden interactuar de manera negativa con el alcohol, principalmente los analgésicos de mayor uso, los antigripales, remedios para la tos y alergias.

Por lo tanto, según el NIH, es imperante que revises la etiqueta del envase del medicamento con la finalidad de conocer su fórmula y consultar con el médico y farmacéutico qué riesgos existen para tu cuerpo.

Una razón adicional para evitar mezclar medicamentos con alcohol, consiste en que hay algunos, como los laxantes y jarabes para la tos, contienen hasta 10 por ciento de alcohol, por lo que pueden intensificarse si los combinas con una bebida etílica.

El NIH explica que las mujeres y las personas adultas mayores son quienes pueden sufrir los peores efectos negativos al mezclar el alcohol con medicamentos.

En el caso de las mujeres, el alcohol se procesa de manera distinta que en los hombres: los niveles en la sangre que se alcanzan con una bebida son mayores, por ejemplo. Esto se debe a que tienen menos agua en el cuerpo que las personas del sexo masculino, así que hay más riesgo de padecer daños en los órganos.

En tanto, los adultos mayores no metabolizan el alcohol tan rápido como una persona joven, por lo que se mantiene más tiempo en su cuerpo y puede afectar el funcionamiento de un medicamento, además de que pone en mayor riesgo su salud.

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